LA VUELTA A CASA DE UN ÍDOLO
Por fin pudo regalarse a su pueblo. David Bisbal puso Almería patas arriba la noche del viernes pasado. Pronunció un pregón y actuó ante 30.000 almas entregadas.
La dimensión de un ídolo de masas se mide por la cantidad de situaciones absurdas que se producen a su alrededor sin que el ídolo en cuestión llegue nunca a controlarlas, ni siquiera a percibirlas. Quedó patente el viernes pasado, el día en que David Bisbal leyó el pregón de Almería y se reconcilió con su tierra.
¿Sabía Bisbal que allí había madres que se desplazaron 500 kilómetros con sus hijos disminuidos con la esperanza de que él los tocara y sanara? ¿Sabía Bisbal que las mujeres policías que habían de vigilar a sus fans eran tan fans como las que tenían que ser vigiladas? ¿Sabía Bisbal cómo iba a funcionar la ametralladora de codazos impunes de sus gorilas? ¿Era consciente de que su figura estaba siendo utilizada en la encarnizada batalla por la alcaldía de Almería? No, él no sabía nada. Todavía no sabe nada de la locura que se mueve en torno a su persona.
Por fin pudo regalarse a su pueblo. David Bisbal puso Almería patas arriba la noche del viernes pasado. Pronunció un pregón y actuó ante 30.000 almas entregadas.
La dimensión de un ídolo de masas se mide por la cantidad de situaciones absurdas que se producen a su alrededor sin que el ídolo en cuestión llegue nunca a controlarlas, ni siquiera a percibirlas. Quedó patente el viernes pasado, el día en que David Bisbal leyó el pregón de Almería y se reconcilió con su tierra.
¿Sabía Bisbal que allí había madres que se desplazaron 500 kilómetros con sus hijos disminuidos con la esperanza de que él los tocara y sanara? ¿Sabía Bisbal que las mujeres policías que habían de vigilar a sus fans eran tan fans como las que tenían que ser vigiladas? ¿Sabía Bisbal cómo iba a funcionar la ametralladora de codazos impunes de sus gorilas? ¿Era consciente de que su figura estaba siendo utilizada en la encarnizada batalla por la alcaldía de Almería? No, él no sabía nada. Todavía no sabe nada de la locura que se mueve en torno a su persona.