Cuando la dirección de ArteValle
Producciones se planteó traer este concierto a Tenerife sabía
perfectamente que el artista quería venir; tenía claro que David Bisbal
mantenía una "deuda" con Tenerife por la cancelación de la actuación que
debía dar el pasado verano en Adeje. La única petición que realizó el
círculo más próximo al cantante consistió en la celebración del
espectáculo en un municipio distinto al que estaba programado
inicialmente y bajo la supervisión de otra empresa. Luego, solo hubo que
esperar a que regresara de América... La gira "Tú y yo" aterrizará el
próximo 28 de marzo, a las 21:00 horas, en el Pabellón Insular Santiago
Martín de La Laguna.
¿Con su vuelta a Tenerife se saca una
"espinita", eso sí por una cuestión no provocada por usted, que tenía
clavada con una parte de sus fans canarios?
Así es, por cuestiones ajenas a mi
voluntad y la de mi equipo... Pero muy feliz de retomar este concierto
en Tenerife y reencontrarme con mi público canario al que tanto respeto y
quiero. En todas mis giras han estado presentes las Islas y en esta no
iba a ser menos.
¿Qué valoración hace de su reciente gira en América?
La valoración es muy positiva. Vengo muy
contento de esta tercera fase de la gira "Tú y yo" por Argentina, Perú,
Chile y Brasil. El mercado latino es muy enriquecedor, hay una gran
cultura musical y por ello su público es muy exigente, pero una vez te
abren las puertas son fieles y entregados.
¿Cómo es el espectáculo que trae a La Laguna?
Es una gira diferente a lo que he
presentado otras veces: con una puesta en escena muy cuidada, una mezcla
de sonidos más eléctricos y un repertorio muy distinto a lo anterior...
No puedo estar más contento; estoy rodeado de unos músicos
excepcionales. El montaje técnico de sonido, luces, vídeo es
espectacular y muy vanguardista. Contamos con un sistema de sonido con
más de 170.000 watios y visuales nuevos con leds motorizados y una
pantalla de leds para vídeo de más de 30 metros cuadrados dividida en
tres bloques móviles que hacen que el "show" sea dinámico y espero
inolvidable. La puesta en escena se ha cuidado especialmente. Hemos
aprovechado alguna de las mejores secuencias que grabamos del
mediometraje con María Valverde para potenciar el show en las pantallas, espero que guste.
El otro día, durante los Premios Dial,
declaró que quiere rentabilizar al máximo el momento que vive: ¿la
crisis también exige hacer más por menos en el mundo de la música?
¡Indudablemente! Nuestro sector fue de
los primeros en resentirse. La crisis del disco por la piratería es
anterior a la crisis económica. La realidad es que hoy tienes que
trabajar por tres para ganar lo que antes hacías en un día, es decir,
como el resto de los españoles que tienen la suerte de poder trabajar.
En cualquier caso, no hay tiempo para la relajación, pero eso sí, nadie
les va a devolver los puestos de trabajo a los padres de familia que
trabajaban en Vale Music, por ejemplo, recientemente cerrada.
Esos son los que pagan el pato de la piratería. Además, el dinero de la
piratería es negro y lo peor es que no sabemos para qué lo están usando.
Este asunto tiene más profundidad de lo que se pueda pensar
inicialmente.
¿En qué punto está "Tú y yo? ¿Hay apuntes de lo que puede ser su octavo disco?
De momento seguimos con la gira "Tú y yo"
en tercera fase en América y en segunda en España y ya pensando en
próximos proyectos del nuevo disco...
¿Cuánto ha cambiado su música entre "Corazón latino" y "Tú y yo"?
Los géneros de actualidad han evolucionado
muchísimo y siempre he procurado adaptarme, sin perder mi esencia desde
que inicié mi carrera. Mis dos primeros discos fueron muy tropicales,
muy latinos. Después introduje el pop más rockero con "Premonición", un
cambio radical que la gente recibió bastante bien y seguí por esta
línea, es pop un poco más suave, más latino con "Sin mirar atrás" donde
nacieron canciones muy bonitas como "Mi princesa" o "Esclavo de sus
besos" que me siguen funcionando. Más tarde evolucioné con un concepto
acústico y ahora vuelvo al pop con un sonido nuevo más internacional que
antes no había presentado.
Doce años de carrera, camino del trece, ya es una marca que permite valorar la estabilidad y el éxito de un artista, ¿no?
El éxito, la estabilidad, los tomo más
bien como una bendición de poder conectar con un público que me ayuda
incansablemente día a día y son los responsables de ese crecimiento,
que sin duda es el fruto del arduo trabajo y mucha disciplina. Con cada
disco damos un pasito más, no hay que relajarse.
¿Después de un 2014 repleto de premios, le queda algún hueco para futuras recompensas?
Los premios son reconocimientos al trabajo
y a la trayectoria profesional se agradecen. Son gratificantes, pero yo
soy trabajo, disciplina y pasión. Esa es mi fórmula. Lo más difícil
es evolucionar; poder avanzar musicalmente en tu carrera. Muchos
artistas se quedan atrapados en un género o en un sonido que, años más
tarde, ya no sienten como suyo. Que mi música evolucione conmigo es algo
que me parece muy importante.
¿La competencia es un problema cuando todo está más ajustado o es un aliciente para buscar el más difícil todavía?
La competencia hace que la creatividad se
agudice y eso nos hace evolucionar y ser mejores, sin duda alguna para
conseguir ese más difícil cada día, para sorprender al público ávido de
música, de espectáculos en directo.
¿Qué le falta por conseguir en el mundo de la música?
Me siento privilegiado de haber cumplido
un sueño y dedicarme a lo que realmente me gusta. En estos diez años de
carrera musical he vivido con mucha intensidad en todos los aspectos,
pues todo ha ido muy rápido y he procurado aprender de todo lo que me
estaba aconteciendo, pero aún me quedan muchos más sueños por cumplir y
ese es el motor que me hace seguir cada día con ilusión. En un futuro sí
me gustaría poder celebrar 50 años en la música como recientemente
hizo mi amigo Raphael.
¿Volvería a repetir todos los pasos que le han traído hasta aquí?
Sin duda alguna, sí volvería...