El cantante almeriense actúa por cuarta vez en la capital gaditana ante un público totalmente entregado
Mucho ha llovido desde que David Bisbal
actuara por primera vez en Cádiz. Corría el verano de 2004 y se
encontraba promocionando su primer disco en solitario 'Corazón latino'.
En aquella noche un joven de rizos encandiló a los centenares de
gaditanos congregados en el patio del colegio de San Felipe Neri.
Diez años después, un Bisbal más maduro, más emocional y cercano, volvió a hacer vibrar a un público totalmente entregado al espectáculo comandado por el almeriense.
Diez años después, un Bisbal más maduro, más emocional y cercano, volvió a hacer vibrar a un público totalmente entregado al espectáculo comandado por el almeriense.
David Bisbal pisaba con fuerza pasadas las diez y media el escenario del Castillo de San Sebastián en Cádiz
y, al instante, el público enloquecía cuando comenzaba a sonar el
primer tema 'Tu y yo', que da nombre a la gira y al disco. El almeriense
supo crear un ambiente especial en el que conectó con los asistentes a
través de las canciones de su último disco como ' Diez mil maneras',
'Para enamorarte de mi' o 'No amanece' y algunos de sus éxitos
anteriores que no defraudó a nadie. El escenario ayudó. Tras actuar en
anteriores ocasiones en la playa Victoria o en el Gran Teatro Falla, el
Castillo de San Sebastián no sólo no le falló sino que contribuyó a
dotar de hasta cierta magia a la noche, que se volvió inolvidable para
muchos de los asistentes.
Las puertas se abrían antes de las diez para que
el acceso fuera lo más controlado posible. Las carreras se desataban por
coger la primera fila. La locura se hacía más evidente
cuando en las pantallas LED comenzaban a proyectar secuencias de
Videoarte Bisbal, el mediometraje protagonizado por el propio artista y
la actriz María Valverde, y dirigido por Kike Maíllo.
Había largas colas de fans que se habían comenzado
a formar desde 24 horas antes. Algunas contaban que habían pasado la
noche bajo el Balneario para poder estar en primera fila. El objetivo
era no perderse ningún detalle de la actuación del cantante. Una vez en
la explanada se encontraron con un gran escenario montado y dotado de un
sistema de sonido de más de 170.000 watios y varias pantallas gigantes
para que nadie se perdiera detalle alguno del concierto.
Por delante dos horas de buena música en el que
hubo tiempo para bailar, para escuchar y para dejar embriagar por el
arte del cantante almeriense. Y es que doce años sobre las tablas hacen
mucho y a David Bisbal son pocas las cosas que se les escapa de
controlar. El cantante supo animar al público (aunque poco le costó), y
también relajarlos con algunas de sus baladas más seguidas. Un camino en
el que Bisbal guió a través de sus canciones a los centenares de
personas congregadas (el concierto tenía todas las entradas agotadas). Y
el público respondió. Se dejó llevar y «hasta volar» con algunos de los
grandes éxitos del cantante.
Poco queda ya de aquel joven que participó en un
programa de televisión para cumplir el sueño de ser cantante. La persona
que se subió al escenario del Castillo de San Sebastián
para inaugurar los Conciertos para la Libertad, era todo un artista
cuyo nuevo trabajo va camino del Triple Disco de Platino, mientras que
el primer sencillo del álbum,' Diez mil maneras de olvidar' es ya Disco
de Platino Digital y número uno en radio durante cinco semanas.
Bisbal se despidió ayer de Cádiz dejando al público con más ganas de canciones y esperando que esta vez tarde menos en volver.