lunes, 23 de diciembre de 2002

David Bisbal, el alumno aventajado de 'OT' se gradúa...

Coincidiendo con el inicio de las vacaciones navideñas, la primera camada de Operación Triunfo cerró temporada con dos citas davidianas simultáneas: Bisbal en Barcelona y Bustamante en Madrid. Barcelona salía ganando. Mientras el cántabro no pasa de animal televisivo, Bisbal es un animal escénico excepcional. El escenario del Sant Jordi se le puede quedar grande en muchas cosas, pero no en extensión. De un lado a otro incesantemente, lo pone a sus pies, eclipsa a cada pirueta la precariedad y dudoso acierto del resto del espectáculo.

Como cantante tiene demasiadas ganas de demostrar sus dotes, y en más de una ocasión resbala en plena pirueta vocal. Pero ese mismo ángel que tiene cantando, lo desprende también su personalidad. Mirado con buenos ojos, que aquello pareciera más una fiesta de fin de curso que un Sant Jordi como Dios manda, jugó a favor y no en contra. Uno hasta termina creyéndose tanto entusiasmo e ingenuidad.